miércoles, 17 de septiembre de 2014

Los 7 Hábitos de Los Adolescentes Altamente Efectivos


Los 7 hábitos de los adolescentes altamente efectivos, un libro escrito por Sean Covey, con la finalidad de mostrarnos diferentes formar de mejorar nuestras vidas y lograr un gran cambio de personas y a su vez ser individuos de emprendimiento y modelos ejemplos para la sociedad; hay que tener en cuenta la capacidad de madurez que se puede alcanzar si se logran desarrollar estos hábitos y que nos brindarán una mejor calidad de vida social, los mismos hábitos son los siguientes:

1.     Ser Proactivo
2.     Comenzar con el Fin en la Mente
3.     Poner Primero lo Primero
4.     Pensar Ganar-Ganar
5.     Busca Primero Entender, Luego Ser Entendido
6.     Sinergizar
7.     Afilar la Sierra
Estos son los hábitos de los cuales presentaré un breve resumen sobre la enseñanza que nos puede dejar cada uno de ellos y en cómo nos puede ayudar para mejorar sus vidas. 


Hábito 1: "Ser Proactivo"


Hábito 1: el primer hábito deja una enseñanza notable para todo aquel que logre entender el mensaje que nos quiere dar Sean Covey; mediante sabias palabras y breves relatos de personas que han tenido una experiencia inolvidable, este primer hábito nos enseña a que nosotros somos los controladores de nuestras vidas y que nadie puede meterse en ella, además nos enseña a mejorar nuestras propias condiciones y a saber que debemos ser personas inteligentes para tratar a las personas con buena educación sin importar lo que suceda. 

Hábito 2: "Comenzar con el Fin en la Mente"


Hábito 2: este hábito nos muestra que somos nosotros los conductores de nuestras vidas y que no dependemos de nadie más sino que de notros mismos para lograr nuestros objetivos y a su vez no enseña a llevar ciertos métodos que nos guían a ser mejores en lo que deseamos superar; también nos indica que todas las metas puestas en nosotros se pueden realizar con éxito si nos dedicamos a ello y siempre tenemos el final en mente. 

Hábito 3: "Poner Primero lo Primero"


Hábito 3: el hábito número tres nos indica que somos seres humanos del siglo XXI, que a diferencia de los siglos anteriores las personas deben saber cómo sobrellevar sus vidas; quizás comparar el siglo actual con alguno anterior, nos daremos cuenta que hoy en día hay mucho más trabajo que realizar y que los jóvenes tendrán poco tiempo para poder desempeñar todas las funciones o labores que los mismo se propongan a diario, el hábito poner primero lo primero es fundamental en la vida de cada individuo, debido a que si para alguna persona todo lo que lo rodea es importante y no ordena su vida, tendrá dificultad para poder responder a cada uno de sus propósitos que según él o ella son los que prevalecen y tratar de no quedar mal en nada.

Hábito 4: "Pensar Ganar-Ganar"


Hábito 4: Es una actitud ante la vida: puedo ganar y los demás también, y es básico para convivir bien. Se basa en creer que somos todos iguales. En las relaciones con los demás no se trata de ganarles, sino de ganar en la relación. El autor asemeja el impulso por vencer a los demás a un tótem, a una medida, en la que solo importa tener la mayor parte, de lo que sea. Aunque nos han educado para pensar en términos de competición (sobre todo en países occidentales), se deben evitar estos comportamientos: 
Ø Utilizar a otras personas para lograr los propios propósitos de manera egoísta
Ø Intentar avanzar a su costa
Ø Difundir rumores sobre otra persona
Ø Insistir en salirse con la suya, sin tener en cuenta lo que sienten los demás
Ø Tener celos o envidia cuando a alguien le sucede algo bueno
La actitud contraria a ganar-perder, sería perder-ganar: es sentirse siempre pisado por los demás, verse con bajas expectativas y renunciar a las propias normas vitales.

Hábito 5: "Busca Primero Entender, Luego ser Entendido"


Hábito 5: Entender a los demás y ser entendido es la necesidad más profunda del ser humano. La clave para la buena comunicación es primero entender y luego ser entendido. Ver las cosas desde el punto de vista del otro, para comprender. Hay cinco malos estilos de escuchar a los demás:
Ø Distraerse
Ø Fingir que se escucha
Ø Escucha sólo una parte de lo que se dice
Ø Escuchar sólo palabras, sin comprender
Ø Escuchar de manera egocéntrica, pensando solo en uno mismo

Cómo se escucha de verdad: hay que hacer tres cosas.
 1) Escuchar con los ojos, el corazón y los oídos, es tener en cuenta el lenguaje corporal, el tono, el sentimiento, el significado que ponemos en la expresión verbal, el énfasis en cada palabra. Escuchar además lo que no dicen, lo que pueden sentir pero no se atreven a decir. Esto es importante entre los adolescentes, que a menudo piden que “escuchemos lo que no dicen”.
 2) Ponerse en su lugar, intentar ver el mundo como lo ven los demás y sentir lo que sienten. Las personas tenemos cada uno nuestro punto de vista y se puede tener distinta razón sobre algo, sin que sea una competición por ver quien se lleva la razón.
3) Pensar como en un espejo, reflejando lo que la otra persona dice, repitiéndolo con tus propias palabras, no imitando, sino repetir el significado, utilizando palabras distintas y con calidez afectiva y atención. Son esas frases que sabemos que facilitan la comunicación: “me parece que sientes…”, “yo lo veo así…”, “noto que te sientes…”, “lo que dices es que…”. Sobre todo cuando es una conversación importante, hay que dedicarle el tiempo y la atención necesarios. 

Hábito 6: "Sinergizar"

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Hábito 6: Sinergia es trabajar dos o más personas a la vez para crear una solución mejor de lo que se puede lograr sólo. Es lograr una forma mejor de hacer algo, entre dos o más personas. Es una recompensa de los anteriores hábitos, porque consiste en ir por la vida de manera cooperativa, se llega más lejos y más rápido. Hay que celebrar las diferencias, trabajar en equipo, tener una mente abierta y encontrar formas nuevas y mejores de hacer las cosas, así se logran sinergias. La naturaleza está llena de sinergias, no es nada nuevo, pero sí que tenemos que conformar el hábito en los adolescentes. Es un proceso, resultado de las actitudes y habilidades anteriores. La diversidad no se debe solo tolerar, ni tampoco evitar, hay que celebrarla, como un modo de enriquecer la actividad. Lo distinto tienen que percibirlo como una oportunidad para la creatividad. En realidad todos aprendemos de manera distinta, tenemos talentos muy diversos que podemos aprender a conjugar, vemos el mundo de distintos modos y tenemos nuestros propios paradigmas, distintos rasgos. Todo esto nos hace diversos, y hace más complejo lograr esas sinergias.